Propiedad distributiva | Un escritor es menos lo que escribe que el método que utiliza para crear la obra. Toda técnica es una forma de construir políticas. El oficio del escritor es solitario: el artista quiere hallar identidad en su técnica, distinción. Toda distinción implica una acumulación de valor sobre el nombre propio. En tiempos de emergencia colectiva, vale más fundir el oro para repartirlo antes que retenerlo. A la cancha | La literatura también es un juego, y hay compromiso en el acto de jugar: participar, colaborar, compartir, ser feliz con el otro. El juego no busca la distinción de sus participantes, y si lo hace, es en función de sus roles: arquero, mediocampista, defensor, etc. Desempeño coordinado y colectivo. Una obra integral | El trabajo de Pablo De Micheli es un ejemplo de política distributiva, la escritura se disemina en diversas formas expresivas (epígrafes, poesía, prosa), y a la vez el proceso del libro se reparte entre artistas. En vez de privatizar el sen
La mitad siniestra | No ha de ser sorpresa para nadie saber que dejé mucho material fuera de la reseña oficial de Impuros , de Juliana Ávila. Una parte de mi análisis crítico, la parte maldita, es la que aparece aquí. Con «maldita» me refiero a que la historia, incluso con un dulce romance, consta de momentos amargos que dicen mucho más de lo que la primera lectura deja ver. Historia de fantasmas | Lo maldito está en la propia casa. La ficción doméstica se abre paso desde una interioridad hacia lo exterior. El espacio inicial es el más íntimo e irreductible en la vida de una joven católica: el confesionario. La habitación del pánico del devoto que necesita sentirse a salvo del pecado exterior. Pero el monstruo ya está dentro: un monstruo llamado deseo . Sin nombre | El deseo es monstruoso porque no puede ser dicho. Es decir, porque no tiene nombre. «Sacarlo al exterior significa que nada vuelva a ser como antes, por eso me sigo aferrando a él con toda la fuerza que tengo». Hay relat